Cuando creas un juego de mesa, es muy fácil exagerar con los cambios y algunas cartas o elementos pueden verse dominados. Por eso, es muy importante pensar en el equilibrio de antemano para garantizar que todo sea justo para todos. De lo contrario, todos los jugadores intentarán aprovechar las debilidades del juego.
Table of Contents
1. Piensa en diferentes estrategias y pruébalas
Creemos que es útil probar constantemente tu juego de mesa y idear estrategias. El objetivo principal aquí es garantizar que cada estrategia tenga un contraataque. Si una estrategia no tiene contraataques, entonces puede ser imbatible y por lo tanto tu juego no estará equilibrado. Además, debes desalentar el juego pasivo en el que las personas cultivan recursos y luego se vuelven muy fuertes al final. Eso hace que el juego sea muy aburrido.
En cambio, el objetivo principal es intentar asegurarte de adaptar las reglas para que el juego sea divertido. Si estás experimentando y encuentras estrategias que hagan el juego más fácil y menos divertido, cambia las cosas. Se necesitarán muchos intentos para garantizar que el juego esté completamente equilibrado. Sin embargo, el beneficio es que puede ofrecerte una forma de equilibrar tu juego y proporcionar una jugabilidad consistente.
2. Cambiar costos y efectos
Cada carta de juego o elemento que uses en el juego debe tener un buen uso y no sentirte dominado. El caso es que todo es relativo. Algunos efectos del juego pueden ser demasiado poderosos. Cuando eso sucede, quieres cambiar las cosas. Una buena idea es comenzar con una línea de base, que en este caso es la tarjeta o recurso menos valioso.
Dale un valor a esa tarjeta y luego escala todas las demás tarjetas/elementos de acuerdo con eso. Si se supone que un recurso es muy poderoso en el juego, hazlo muy difícil de conseguir. Si tu juego tiene un conjunto, asegúrate de que puede tomar un tiempo alcanzar ese conjunto. Ampliar las cosas según la línea de base. Sin embargo, aquí hay que tener cuidado. Debes evitar situaciones en las que hagas las cosas demasiado difíciles de conseguir, ya que podrían parecer inalcanzables.
3. Cambia las cosas si tienes un juego asimétrico
A veces hay juegos en los que se supone que un grupo de personas se enfrenta a 1 o 2 personas. Si ese es el caso, el equilibrio se vuelve muy diferente. La idea aquí es que quieres hacer que la persona con desventaja sea más poderosa, pero no demasiado poderosa. Puedes aumentar sus habilidades y también ofrecerles más recursos. O puedes evitar eso y traer tarjetas/artículos con desventajas para el grupo más grande.
4. Equilibrar los objetos del juego
Existen juegos de mesa que te permiten adquirir unidades y nuevos elementos. Desea equilibrar su costo en consecuencia, siendo los artículos muy poderosos los más caros. Si permites la compra de unidades, querrás adaptar cosas como la fuerza de combate, las tasas de movimiento y las habilidades al costo total. Hacer eso aporta más equilibrio y al mismo tiempo hace que el juego sea divertido.
Usar las matemáticas y probar constantemente estrategias de juego ayudará a equilibrar el juego mucho más fácilmente. Aparte de las pruebas de juego, también es una buena idea confiar en tus instintos como diseñador de juegos. Quieres que el juego tenga una gran experiencia, sin tener elementos dominados. O si desea tener elementos de alto poder o que acaben con el mundo, hágalos extremadamente difíciles de alcanzar. De esta forma, sólo los jugadores expertos podrán alcanzarlos. Haga que sea muy difícil llegar a ellos, para que cualquiera que los alcance se sienta recompensado.
5. Realice un único cambio a la vez
Uno de los problemas que enfrentan la mayoría de los diseñadores de juegos es que intentan cambiar demasiadas cosas a la vez. Esto se convierte en un problema, porque hacer un único cambio a la vez es una idea mucho mejor. Puedes recuperar cosas si el cambio no estuvo bien, sin afectar el equilibrio general del juego. Pero si haces demasiados cambios a la vez, es un gran problema.
Ultimas palabras
Equilibrar un juego de mesa puede ser difícil y llevará mucho tiempo. También es una decisión muy parcial, ya que quieres llegar a un punto en el que jugar sea correcto y divertido. Probar constantemente el juego e implementar las ideas anteriores ayudará a mejorar la experiencia del juego. Además de eso, lo ideal es realizar un único cambio a la vez, ya que siempre puedes revertirlo. Luego, con algunos otros cambios, puedes asegurarte de que el juego tenga el equilibrio adecuado y sea muy divertido de jugar.